"No son los golpes ni las caídas las que hacen fracasar al hombre; sino su falta de voluntad para levantarse y seguir adelante."

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Es la primera vez que hago un blog y la primera ves que publico algo en uno, no creo ser muy creativo. El motivo por el cual lo hago es para experimentar un poco, para sacar todos los pensamientos de mi mente y para deshacerme de ese cuaderno viejo donde tengo pensamientos, ideas, poemas, dibujos y más tonterías. De echo antes lo que hacia era romper las hojas y quemarlas, pero eso me deja angustia y es como despojarme de mis sentimientos o alguna parte de mi ser. Así que por eso decidí hacer este blog, que en realidad va a ser algo un poco personal por que no lo pienso difundir, y solo será para las personas que lleguen a el por accidente o las que yo decida mostrárselo. También pienso hablar un poco de música y de cine, son de mis grandes pasiones. El nombre lo escogí por el mito de “Dédalo e Ícaro” (siento rara fascinación por la mitología), y por que me siento familiarizado con Ícaro en varios aspectos.

Dédalo e Ícaro
Dédalo era un artista e inventor ateniense que había aprendido su arte con la diosa Atenea en persona. Sin embargo, le aventajaba su sobrino Talos, el cual siendo aún muy joven, inventó la sierra, el torno de alfarero y el compás. Celoso, Dédalo arrojó a Talos desde el tejado del templo de Atenea y lo mató. Por esa razón fue desterrado hallando refugio en la corte del rey Minos, donde tuvo, con una joven esclava un hijo al que llamaron Ícaro.
Después de que Teseo matase al Minotauro, Minos encerró a Dédalo y a Ícaro en el laberinto. La única forma de escapar del laberinto era por el aire, ya que no tenía techo, por lo que Dédalo, construyó dos pares de alas con plumas y cera. Luego de decirle a Ícaro que no volase cerca del sol, para que la cera no se derritiese, ni demasiado cerca del mar, para que las plumas no se mojasen, ambos partieron volando. Pero ante la exultante libertad, Ícaro olvidó los consejos de su padre, se dejo deslumbrar por la belleza de volar, y voló tan alto que el sol derritió sus alas y se precipitó al océano, donde murió.



Me encanta este mito…

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